Saltar al contenido
Los días de práctica se suceden, a veces sale mejor, a veces peor, a veces te sentís liviano como pluma, otras un cajón de pollo. Concurrís a las clases, los Profes te corrigen, te ajustan, te estiran. Llegás al punto de no saber si sos persona o plastilina… Y hasta ahí, todo bien. Continúa leyendo Revueltos y enredados